Monocromático

Ella veía las cosas a través de matices de dos colores. Su alma, su piel, y su corazón, estaban suavemente dibujados con carbones y hojas blancas. Ella era una expresión difusa y monocromática de sentimientos y emociones que mostraban vagos diseños de amores complejos. Tenía una sonrisa perfecta, una mirada cósmica, y pensamientos que se movían dentro de su piel como poesía barroca, y música de chelo.

No había comprensión alguna en su universo circundante, ni palabras especiales. En su camino, todo aquello que tocaba su alma era resentido por quienes rodeaban su aura por un pensamiento distinto. Pero ella no era el problema. Y nunca lo había sido. Simplemente su pasión, su sonrisa, y todo su cosmos, habían nacido a destiempo.

Siempre es difícil amar a esas bellas criaturas de emociones en blanco y negro, porque sus sentidos están más allá de una simple palabra mortal. Sus sentidos no tienen dueño, ni su alma, ni su corazón. Son seres de naturaleza esquiva, nerviosa... distante.

Nadie conoce sus deseos. Nadie quiere llegar a ellos. Y es por eso que esa belleza astral se escapa del mundano y retorcido mundo que las rodea.

Es la belleza de aquellas dulces melodías del principio de los tiempos, esa sutil poesía que no buscas comprender... sino simplemente amar...